Frederick es un libro tan inmensamente poético como su protagonista.
Leo Lionni haciendo un guiño directo a la fabula de La cigarra y la hormiga, narra la historia de un ratoncito, quien -mientras su familia trabaja arduamente recogiendo provisiones para el invierno que se avecina- permanece contemplativo “recogiendo” otro tipo de provisiones, que les serán de mucha utilidad a todos cuando el invierno arrecie, aunque ellos aún no lo sepan.
Así Frederick se ocupa esmeradamente de almacenar suficientes rayos de sol, colores y palabras para utilizarlos cuando el sol ya no les acompañe, el gris del invierno ahogue los colores y ya no queden ganas ni de hablar.
El autor utiliza ilustraciones simples en base a recortes de papel, pero que se complementan perfectamente con la poética del relato y su mensaje. Detalles como que Frederick pueda distinguirse perfectamente del resto de los ratones, tan sólo con la forma de sus ojos y la disposición de su cuerpo, que siempre es diferente a la de los de los demás (de hecho tampoco es casual que sea el único de los ratones que tenga nombre).
En definitiva, Frederick es único, es especial, ¡es un poeta! y eso se refuerza a cada momento con las ilustraciones creadas por Lionni.
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Aprovechando este breve comentario que tuve que realizar para un trabajo del magíster, lo comparto acá en el blog. Espero que se animen a buscar a Frederick en su biblioteca o librería amiga, no les desfraudará. Os prometo.
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