Qué trabajo tan duro le espera a la señora de la limpieza. Ella barre, limpia, brilla pisos, puertas y ventanas.
Pero qué trabajo tan duro le espera a la señora de la limpieza. Algunos hombres y mujeres -asquerosos y mal educados- han ensuciado el mundo, y a ella le va a tocar salir a limpiar el aire con un trapeador, lavar las nubes, despercudirlas y ponerlas, como al principio, en los alambres transparentes del viento.
Qué trabajo tan duro le espera a la señora de la limpieza. Tendrá que lavar los ríos una y otra vez, enjuagarlos y extenderlos de nuevo sobre las montañas y las praderas, y tendrá que barrer el mar y quitar la mugre de los árboles.
Qué trabajo tan duro le espera a la señora de la limpieza.
Jairo Aníbal Niño [Colombia]
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A pesar de que la señora de la limpieza ya tiene demasiado trabajo, me atrevería a pedirle que limpiara con mister músculos -o el limpiador que prefiera- esa mugrecita de intolerancia y soberbia que oxida el corazón de mucha gente.
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