11.3.10

En estos momentos... un abrazo de oso no nos viene nada de mal



Los abrazos de oso son para:

- Quienes comparten un sentimiento o causa común.
- Padres e hijos. Ambos necesitan reconfortantes abrazos osísticos a montones.
- Abuelos y nietos. No deje a los abuelos fuera de los úsideros abrazos familiares.
- Amigos (esto incluye a los matrimonios y a los amantes, de quienes cabe esperar que sean también amigos).
- Cualquiera que desee decir, sin palabras: "¡eres estupendo!" o; "cuenta conmigo para lo que sea" o; "comparto el dolor o la alegría que sientes".

Instrucciones:

En el abrazo de oso tradicional (así llamado por ciertos miembros de la familia de los úrsidos, que son quienes mejor lo practican) uno de los abrazantes suele ser más alto y más ancho que el otro, pero eso no es imprescindible para aportar la cualidad emocional del abrazo osístico. El abrazanre más alto puede permanecer erguido o curvarse levemente sobre el más bajo, envolviendo fijamente con los brazos los hombros del otro. El más bajo de los dos, bien estirado, apoya la cabeza en el hombro o en el pecho del abrazante más alto, mientras rodea con los brazos (¡también con firmeza!) cualquier zona entre el pecho y la cintura que logra alcanzar. Los cuerpos se tocan en un apretón fuerte y poderoso, que puede durar entre 5 y 10 segundos o más. Le sugerimos que emplee habilidad y autodominio para que el abrazo sea firme sin llegar a ser sofocante. Sea siempre considerado con su pareja, cualquiera sea el estilo de abrazo que comparta. Durante un abrazo de oso, la sensación es cálida, solidaria y segura.

Texto e ilustración extraídos del libro Abrazame de Kathleen Keating con ilustraciones de Mimi Noland.

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